Cómo evitar malestares posteriores al tejido

Tensiones y problemas comunes entre tejedores

Vamos a tratar un tema demasiado importante para tejedores y tal vez para alguna persona x pueda ser de gran utilidad.

Si ya estamos inmersas en el mundo del crochet, conocemos en su mayoría personas que se lesionan muy a menudo las muñecas, sufriendo malestares y dolores que en su defecto, no las deja seguir crocheteando por un tiempo o nunca más.

¿Por qué ocurre esto principalmente? “hoy me encuentro con el brazo tenso y me duele demasiado ni siquiera me es posible sostener un lápiz” pues bien, el proceso de tejido consiste en hacer movimientos en su mayoría repetitivos, y también algunos tienden a tejer apretado, puede ser porque no eligieron bien el n° del crochet para el grosor de hilo o lana que están utilizando y deben hacer un esfuerzo mayor para entrar por un orificio, esto último es ideal para generar tensiones.

            Al hacer movimientos repetitivos durante un trabajo, estamos utilizando los músculos, nuestras articulaciones, huesos y nervios de una parte específica del cuerpo, al tejer: los brazos. Esta acción provoca fatiga en el lugar, sobrecarga, dolores y si continúa sin tratar, una lesión. Lo justo sería tratarlas desde la primera etapa para evitar las siguientes, que acarrean además de dolores, pérdidas de tiempo.

            Sí, tejer puede usarse como una terapia para ordenar nuestros pensamientos, relajarnos y quedar maravillados con las hermosas creaciones que podemos lograr con nuestras manos. Sin embargo, no creo que nadie quiera verse imposibilitado por tener que reposar a volver a tejer por unas semanas. ¡Que inutilidad y agobio pasar por esto!

            Entonces ¿cómo evitamos que al tejer nos pasen estas cosas? Fácil, ¡si estamos conscientes! A continuación, enumeraré algunos consejos. Son personales pero basados en mi experiencia y un poco de investigación:

1.- Teje de corrido por un periodo no mayor a 30 minutos y toma pausas activas.
2.- Mantén una postura erguida, preferible un lugar donde tengas respaldo para estar cómodo.
3.- Usa tus anteojos si tienes deficiencia visual.
4.- No tejas apretado ¡Asegúrate de tener el número adecuado!
5.- Mantén tu espacio cálido.
6.- La alimentación siempre es importante. Asegúrate de que esta sea balanceada e incluyas las dosis necesarias de vitaminas y minerales.

Los consejos que entregué recién se deben a que es mejor entregar lo positivo primero, ahora veamos el por qué. Las LER o lesiones por esfuerzos repetitivos se deben principalmente a eso, lo repetitivo, por ello es necesario tomar pausas para no fatigar tus músculos. Normalmente adoptamos una mala postura, pero estoy segura de que todos sabemos que debemos estar erguidos, por temas de salud. Junto a esto viene el tema de la visión. Si no se trata, tiendes a agachar y retomar esa mala postura, para “ver mejor” los puntos, ¡malísimo! Usted NO lo haga. Tejer apretado no es sinónimo de ajustado, ya que puedes tejer ajustado sin necesidad de hacer un sobreesfuerzo, por eso practica para no cometer este error una vez más (además evitas el surgimiento de ampollas por el roce). Trabajar en un ambiente frío tiene consecuencias, este agrava los problemas básicos, además de que es propicio para contraer enfermedades respiratorias e incapacita la acción en casi todos los trabajos manuales. Recordemos que tejiendo estamos sentadas sin hacer ningún ejercicio y nuestro organismo no está precisamente a la defensa ni generando más calor del necesario para una posición de reposo.

Tu lugar de trabajo debe ser lo más adecuado para tu bienestar, para que el riesgo de que contraigas algunas de estas afecciones sea baja o nula.

Si estás pasando por una lesión lo más probable es que te hayan recetado analgésicos o antiinflamatorios, sin embargo, nadie recomienda el uso de estos medicamentos. Digamos que alivian el dolor, pero puedes estar fatigando más el área sin saberlo porque “no te duele” por eso debemos evitarlos si el dolor no es demasiado grave, para no lesionar aún más la zona. Los dolores no están de a gratis, están avisando que algo anda mal y el cuerpo es muy sabio.

            La vida es amor, generosidad, crecimiento, expansión, placer. Y también es dolor. La vida tiene una parte dolorosa que es inevitable. Y ese dolor es totalmente necesario para poder sobrevivir y seguir adelante. Por tanto, hay que aprender a estimular la consciencia emocional para poder reconocerlo y buscar la manera sana y segura de manifestarlo. Preguntarle a la tristeza, o a la pena, o al miedo qué les pasa, y cuidar de ese dolor. Ya que mientras lo estás cuidando, estás cuidando de ti, velando por tu supervivencia” Tonina Ferrer.

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